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Eduard Punset o Dios

"¿Cuál de ellas? Una que afecte, primero, a las grandes mayorías, en lugar de solo a las minorías como nos tienen acostumbrados. De los dos grandes dominios en los que pueden producirse cambios debería, en segundo lugar, elegirse el mundo abstracto de los sentimientos, en lugar del mundo fisiológico y concreto. La ciencia está descubriendo que el cerebro otorga tanta importancia al primero –ejemplos de ello son el reconocimiento de los demás y el respeto a la libertad individual–, como al segundo: el hambre y la miseria.

El mejor candidato al premio en un mundo como el nuestro es el respeto a las libertades individuales. Aunque a algunos les pueda parecer simplista, los sistemas de gobierno en el mundo se pueden dividir en el grupo exclusivo que sigue la pauta de la llamada revolución liberal en Inglaterra del siglo XVII –esta última y los Estados Unidos– y, por otra parte, el grupo mayoritario del resto del mundo, preocupado exclusivamente por poner remedio a la injusticia social.

¿Qué estamos constatando hoy? La caída del muro de Berlín, de los regímenes comunistas y de la profunda crisis de buena parte de la izquierda ideológica se debió a perseguir, exclusivamente, la justicia social sin importar si este objetivo atentaba contra las libertades individuales. En el mundo anglosajón, en cambio, se descuidaron la consecución de algunos logros sociales como la protección sanitaria universal –el caso de EEUU–, con tal de no marginar la defensa de los derechos individuales.

En la mayoría de los países apenas existe una cultura cívica que proteja los derechos de la persona, frente al acoso intolerable del Estado –el caso de España, donde está blindado–; mientras que en el resto, la supuesta igualdad del Estado y los ciudadanos frente a la ley común, no genera el rechazo generalizado y esperado de la injusticia social.

En España está claro que si pecamos de algo es de lo primero; y eso induce a apostar para que en el curso de los próximos doce meses formemos piña en defensa de los derechos de las grandes mayorías por una parte y que siendo de naturaleza abstracta, por otra parte, afectan a los sentimientos.

Se trata de desblindar el Estado e impedir que siga interfiriendo con nuestras vidas en la medida que lo hace ahora; defender la independencia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial que, desgraciadamente, siguen embrollados el uno con el otro cuando no son el mismo; apostar por un sistema electoral que devuelva el poder de decisión a los ciudadanos y, en definitiva, fortalecer el renacimiento de una cultura que garantice la protección de los derechos de las personas y de sus sentimientos.

Cuando regresé a España después de veinte años en el extranjero la gente amiga me preguntaba qué nos diferenciaba realmente a los españoles del resto. Tardé más de una década en constatar que éramos muy parecidos a la mayor parte del resto del mundo."

Leído en su Blog, desde aquí el Punko lo quería publicar para que los stufils le dieran un repasillo.

Eduard Punset, www.eduardpunset.es

 

3 comentarios

puto punko -

Es justo lo contrario, Buk, todo lo contrario

buko -

Cuidado con desblindar el estado, que eso es igual a EEUU.

tuffon -

Repasillo dado, me ha gustado, sobretodo el que habla de educación.